miércoles, 11 de abril de 2018


Contaminación por residuos electrónicos

El cambio de siglo trajo consigo la revolución tecnológica , que con sus avances,revolucionaría nuestra forma de vida y percepción  del mundo que nos rodea. Pero todos estos avances acarrean a su vez una gasto energético y unos deshechos altamente contaminantes. La chatarra electrónica, desechos electrónicos o basura tecnológica es conocida por el concepto RAEE (Residuos de aparatos eléctricos y electrónicos). El tratamiento inadecuado de los RAEE puede ocasionar graves impactos al medio ambiente y poner en riesgo la salud humana.
Se consideran RAEE por ejemplo:

Frigoríficos, congeladores y otros equipos refrigeradores.
Aire acondicionado.
Radiadores y emisores térmicos con aceite.
Otros grandes electrodomésticos.
Pequeños electrodomésticos.
Equipos de informática y telecomunicaciones
Aparatos electrónicos de consumo y paneles fotovoltaicos.
Televisores, monitores y pantallas.
Paneles foto voltaicos de silicio.
Paneles foto voltaicos de teluro de cadmio.
Otros aparatos electrónicos de consumo.
Aparatos de alumbrado (con excepción de las luminarias domésticas).
Lámparas de descarga de gas.
Lámparas LED.
Luminarias profesionales.
Otros aparatos de alumbrado.
Herramientas eléctricas y electrónicas (con excepción de las herramientas industriales fijas de gran envergadura).
Juguetes o equipos deportivos y de ocio.
Productos sanitarios (con excepción de todos los productos implantados e infectados).
Instrumentos de vigilancia y control.
Máquinas expendedoras.
Máquinas expendedoras con gases refrigerantes.
Resto de máquinas expendedoras.

Cada año, cientos de miles de viejos ordenadores y teléfonos móviles son tirados en vertederos o incinerados. Miles más son exportados, a menudo ilegalmente, de Europa, EE.UU, Japón y otros países industrializados, a Asia y África. Allí, los trabajadores que desmantelan estos residuos, algunos de ellos niños y niñas, son expuestos a un cóctel altamente tóxico de sustancias químicas.

La tasa de crecimiento de estas montañas de residuos electrónicos obsoletos alcanzará dimensiones de crisis si las empresas de electrónica, que obtienen lucros elevados de la producción y venta de estos aparatos, no asumen sus responsabilidades. Es posible hacer productos sin sustancias químicas peligrosas, duraderos, que pueden ser mejorados, reciclados o eliminados de forma segura y que no acaben como residuos peligrosos en el patio de atrás de quienes ni siquiera disponen de la tecnología adecuada para gestionarlos.



Los residuos electrónicos  batieron un nuevo récord en el mundo al alcanzar, por primera vez, los 45 millones de toneladas en el año 2016, según los datos de la Unión Internacional de Telecomunicaciones.
La mala gestión de los residuos electrónicos también supone una gran pérdida de fondos , ya que según este informe internacional, esta chatarra en concreto tiene un gran valor económico: 55.000 millones de euros, porque contiene metales como el oro, la plata, el cobre, el platino y el paladio , los cuales no se llegan a recuperar debido a la separación deficitaria de los materiales.



Si este fenómeno continúa así terminaremos por destruir el planeta que habitamos debido a la alta contaminación que producimos.

Alejandro Benítez Cabrera 2º Bach A